“He aquí el Corazón que ha amado tanto a los hombres que no ha escatimado nada”.
Santa Margarita María Alacoque
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Saludos a nuestras queridas Hermanas en Cristo mientras vivimos con plenitud el torrente de gracias de Pentecostés. !Qué gran celebración en acción de gracias de cerca y desde lejos para nuestro Capellán del Apostolado, el P. Joseph Johnson, al conmemorar su 25º Jubileo de sacerdocio el domingo de Pentecostés (fecha de ordenación: 31 de mayo)!. Tengámoslo siempre presente en la mente y en el corazón mientras él nos guía hacia adelante con seguridad y constancia en esta Obra.
Como parte de las Siete Hermanas, nos encontramos en un momento dulce: al final de nuestro discernimiento en mayo, para pasar a hacer la Voluntad de Dios para nosotras en junio (en la Fiesta del Sagrado Corazón – este año el 16 de junio – o próximo a ese día). Por favor, informe HOY a su Anacoreta (si aún no lo ha hecho) si permanecerá con su grupo otro año o se apartará de su horario y compromiso. Esperamos mantener las Horas Santas sin interrupción, como las hemos garantizado, para cada sacerdote y obispo. Mantened a su Anacoreta al día es vital, especialmente si se necesitan ajustes.
Ya sea que continúen o se retiren – ¡gratitud eterna! Cada sacrificio, cada oración tiene un valor eterno, porque el amor es lo que perdura. Tanto los nuevos comienzos como las renovaciones encierran grandes gracias – ¡cada una entrando en la Voluntad y vivacidad del infinito amor de Cristo a través de Su Sagrado Corazón por ti!
My Mi regreso a la Fe Católica (20/03/99) está íntimamente ligado al Sagrado Corazón. La primera imagen sagrada que compramos para nuestra casa era del Sagrado Corazón. Estaba colgada en la pared del dormitorio. A menudo pasaba las primeras horas de la mañana contemplando a Jesús y su Corazón abultado envuelto en espinas. Gracia sobre gracia, se desarrolló una profunda certeza -más profunda aún- de la verdad y el amor de Dios a través de Su Iglesia, concretamente a través de la Eucaristía. “En el Sagrado Corazón se esconde todo tesoro de sabiduría y de ciencia. En ese Corazón divino late el amor infinito de Dios por todos, por cada uno de nosotros individualmente” (San Juan Pablo II). En definitiva, todos estamos íntimamente unidos al Sagrado Corazón por la certeza definitoria de la verdad plena de la Eucaristía como fuente y culmen de nuestra vida, de nuestra Fe. Es totalmente oportuno que el Apostolado renueve universalmente su compromiso en este mes dedicado al Sagrado Corazón de Jesús. Sus temas eucarísticos y pastorales son la firme influencia. Muchas Siete Hermanas (entre las que me incluyo) utilizan la Novena al Sagrado Corazón (pág. 10 del Cuaderno de Orientaciones) cada Hora Santa ofrecida. San Padre Pío la rezaba para todos los que le pedían oración, y fue testigo de su poder.
Según el Directorio sobre la piedad popular (escrito para obispos y colaboradores como guía pastoral que vincula liturgia y piedad), la devoción al Sagrado Corazón ha sido una parte vital de la devoción cristiana desde el principio. Visto “a la luz de las Escrituras, el término ‘Sagrado Corazón de Jesús’ denota todo el misterio de Cristo, la totalidad de su ser y su persona considerada en su más íntima esencia: Hijo de Dios, sabiduría increada; caridad infinita, principio de la salvación y santificación de los hombres. El ‘Sagrado Corazón’ es Cristo, Verbo encarnado, Salvador, que contiene intrínsecamente, en el Espíritu, un infinito amor divino-humano por el Padre y por sus hermanos”. ¡Cada palabra encaja en el corazón de nuestro Apostolado!
“Hay en el Sagrado Corazón el símbolo y la imagen expresa del amor infinito de Jesucristo que nos mueve a amar a su vez” (Papa León XIII). Comprometer nuestro trabajo de oración en este mes de especial significado y de especiales gracias fortalece nuestra misión. Su amor nos obliga. Mientras nos aferremos a la verdad del inmenso amor personal que el Sagrado Corazón de Jesús siente por cada uno de nosotros y permanezcamos abiertos a aprender y orar por el inmenso amor personal que Jesús siente por el sacerdote/obispo por el que oramos… no podremos hacer otra cosa que perseverar en la oración… y regocijarnos. “El amor vence, el amor deleita, los que aman al Sagrado Corazón se alegran” (Santa Bernadette Soubirous). Es (super)natural que pidamos santidad y nada menos para los destinatarios de nuestras oraciones. “Debo llegar a ser una gran santa, mi Jesús lo quiere” (Santa Bernadette Soubirous).
A medida que el Apostolado crece en altura (número) y anchura (globalmente), se presenta el reto de crecer en profundidad. Muchas Siete Hermanas han dado testimonio de eso mismo: de la alegría de una mayor concentración y sensibilidad en la oración, y de una mayor libertad y paz al confiar en el Espíritu Santo para el desarrollo de la oración durante la Hora. Otras comparten que se sienten motivadas a ofrecer adicionalmente sacrificios por el sacerdote durante el día en que están comprometidas con la Hora Santa. Otras sienten la llamada a rezar una Hora adicional en otro grupo de Apostolado. Todos estos movimientos parecen el fruto maravilloso de la obediencia y la fidelidad a estos esfuerzos de oración impulsados por el Amor de Cristo. “Oh Sagrado Corazón de Jesús, fuente de vida eterna“, dice Santa Gertrudis, “Tu Corazón es un horno ardiente de Amor”.
Entre las costumbres vinculadas al Sagrado Corazón está la tradicional entronización (consagración) de la propia casa (y del corazón) a Jesús. Jesús prometió a Santa Margarita María de Alacoque, la cual recibió amplias revelaciones sobre el Sagrado Corazón: “Bendeciré los hogares donde se exponga y honre una imagen de Mi Corazón.” En consonancia con la sencillez del trabajo del Apostolado, junto con la llamada a crecer más profundamente en el amor que se nos pide a través de él, hay un fuerte estímulo para que las Siete Hermanas consideren en oración colocar una imagen del Sagrado Corazón en un lugar de honor en su hogar. Se han desarrollado varios tipos de entronizaciones. He aquí tres: (1) P. James Kubicki: Un Corazón en llamas: Redescubrir la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. Incluye la historia, su relevancia y un servicio de oración. (2) El Cardenal Raymond Burke presenta instrucciones claras sobre la preparación espiritual para la entronización junto con una celebración litúrgica en: La Entronización del Sagrado Corazón de Jesús. (3) En Consoling the Heart of Jesus (Consolando el Corazón de Jesús), el P. Michael Gaitley ofrece un conmovedor retiro diseñado para unir el propio corazón al de Jesús, culminando en una consagración al Sagrado Corazón. Cualquiera que sea el método utilizado, el énfasis se pone en la preparación espiritual. Al hacerlo, muchos se sienten movidos a unir los inseparables Corazones Gemelos, a honrar las dos imágenes y consagrar su hogar tanto a Jesús como a María. Como Siete Hermanas estamos místicamente unidas al Sagrado Corazón. Una invitación que se nos abrió en las raíces mismas del Apostolado y que se revitaliza anualmente cuando nos comprometemos de nuevo sinceramente con nuestros deberes de oración. Jesús dirigió a santa Gertrudis una invitación que está plenamente viva también para nosotros: “Que el alma deseosa de avanzar en la perfección se apresure a mi Sagrado Corazón“. ¡Unidas respondemos!
Unidas en oración y misión… para que nuestras oraciones encuentren el corazón de cada obispo y sacerdote… eterna gratitud continúa cuando cada una recuerda ofrecerme un Ave María pequeño todos los días… “Un Avemaria hace temblar el infierno” (San Juan Vianney). Ore para que no “estropee el hermoso trabajo que Dios ha confiado…” (Santa Madre Teresa de Calcuta)
¡… sus amables correos electrónicos, notas y apoyo generoso aporte siempre llegan a la puerta de mi corazón en el momento correcto! Sus sacrificios financieros son para promover el 100% del Apostolado.
¡GRACIAS! ¡Las cartas de testimonio son muy hermosas y edificantes! ¡Qué gloria se le da a Dios a través de sus escritos! ¡La gratitud eterna es mía para USTED! Ten la seguridad de mis continuas oraciones diarias por usted en el altar
Janette (Howe) +JMJ+